Cuando la deshidratación ya está presente en una persona el único tratamiento eficaz es la búsqueda de la rehidratación, que según el grado que se posea, puede acelerarse o llevarse paulatinamente.
Lo más importante a la hora de rehidratar es saber que muchas veces no es suficiente la toma de agua constante, pues también es importante adquirir los electrolitos y las sales minerales que se perdieron.
El enfoque para el tratamiento dependerá también de la edad de la persona que esté atravesando por un cuadro de deshidratación, puesto que si hablamos de bebés, niños o adultos mayores la deshidratación puede complicarse muy rápidamente y se deben brindar soluciones de rehidratación oral de manera inmediata, estas ayudan de manera rápida y eficaz a recuperar los líquidos, electrolitos y sales perdidas.
En este caso gracias a la condición física que la persona atraviesa en esas edades en específico la deshidratación mantiene por lo general un nivel leve o moderado, ya que existe una mayor resistencia, no obstante, a la hora de rehidratar lo mejor es trabajar con soluciones orales para reponer todos los elementos perdidos.
Es importante reconocer ciertos síntomas para evitar que la deshidratación pueda avanzar, dentro de ellos se encuentran: